lunes, 1 de noviembre de 2010
Me la quiero imaginar a Cristina sola y vestida de negro, caminando de una punta a la otra de una casa vacía, silenciosa y pensando mucho. Tiene los teléfonos apagados y los va a dejar apagados la próxima hora. A la mañana un médico intentaba salvarlo y otro caminaba por el pasillo hasta el fondo. Cristina se cuelga mirando el tallo de una flor. Piensa, se para y camina por el pasillo para entregarle al hombre un papel todo escrito a mano. Ahora tiene ganas de pasar un rato sola, escuchar música, pensar en su vida. Le pide a algunos empleados que salgan de la casa, que vayan a tomar algo. Es increíble, nunca vamos a reconciliarnos con el tiempo. El enfermero que recorre el pasillo es un hombre jóven y tranquilo. Preferiría no estar trabajando. Mira las fotos que enmarcaron y ubicaron en la pared este. Son las 11:20 de la mañana y recién ahora puedo imaginármela sola, recién ahora la casa se inmoviliza, queda sin un hombre que recorra el pasillo hasta el fondo. Solamente una mujer sin ganas de pasar por el pasillo.
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Manu y la reputamadrequetereparió, pendejo!
ResponderEliminarMe hacés abrir los ojos y llorar sin gestos.
Me desarmás las tripas y me armás la cabeza cuando escribís y te leo.
te admiro mucho, y te quiero más